#jlochallenge
El
espectáculo de Shakira y Jennifer
López en la final de la Super Bowl en febrero de 2020, pasó a ser un
fenómeno viral a través de las redes sociales debido al llamamiento que hizo la
misma Jennifer López para que sus fans imitaran una parte del baile realizado
aquel día.
La cantante y actriz consiguió millones de visualizaciones en redes sociales y también, que personajes famosos “aceptaran el reto” y subieran videos a la red bailando. Estos personajes más destacados tienen en común, en su mayoría, el hecho de ser mujer, que poseen capacidades suficientes para realizar el famoso baile con calidad y que tienen varios millones de seguidoras y seguidores a quienes les encantó su video. Por tanto, el participar en un reto iniciado por otra persona con mayor éxito y repercusión en las redes sociales (Jennifer López en esta ocasión), supone una oportunidad inigualable de crear contenido con una mayor probabilidad de que sea visualizado. De esta forma, ambas partes salen beneficiadas; Jennifer López consigue que su reto se haga viral en menos tiempo gracias a la repercusión de otros personajes públicos en todo el mundo y estos personajes, acompañados del impulso de crear contenido bajo el título #jlochallenge, aumentan sus visualizaciones.
Sin embargo, la mayoría de los participantes no son personas famosas. Éstos tienen en común su interés o su pasión por Jennifer López que les lleva a imitarla y a exponerse ante los demás sin complejos. En mi opinión, se crea incluso un vínculo o interconexión entre esas personas que comparten un interés común, el entusiasmo por JLo y cualquier cosa que ella haga; generando comentarios y compartiendo otras historias.
Este video, además de en TikTok también se hizo viral en otras redes sociales como Youtube, Twitter o Facebook. En general, las redes sociales están conectadas. Cuando un contenido se vuelve viral, es fácil verlo en diferentes redes sociales. Los/as usuarios/as tienen la posibilidad de compartir el mismo contenido en más de una red social sin esfuerzo. La mayoría de las personas no se limita al uso de una única aplicación por lo que la conexión es muy probable.
No podemos olvidar el contexto temporal en el
que se produjo el fenómeno. Por un lado, se aprovechó la repercusión que tiene ya,
por si solo, el evento que se realiza en el descanso de la final de la Super
Bowl; es decir, si este reto se hubiera lanzado meses después, podemos prever
un impacto menor. Por otro lado, la situación en la que se encontraba el mundo
entero por la pandemia de la Covid-19, supuso un aumento sin precedentes del
consumo de internet y de las redes sociales. Una situación que produjo que
hasta personas poco o nada activas en la red, se grabaran videos realizando
cualquier tipo de reto viral.
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